
Tras la muerte de Paquirri, se abrió una guerra por su herencia que todavía sigue abierta.
Fue en el año 1984 cuando la vida del mundo del toro y de la farándula se sorprendía con la trágica noticia del fallecimiento de Paquirri, quien se encontraba toreando en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba) y sufrió una grave cogida.
Por aquel entonces, el diestro mantenía una relación sentimental con Isabel Pantoja, con quien tan solo unos meses antes de su muerte nació el primer hijo de la pareja, Kiko Rivera.
Anteriormente, el diestro tenía otros dos hijos, Francisco y Cayetano Rivera, fruto de su anterior matrimonio con Carmina Ordoñez.
Por aquel entonces, Carmina mantenía una relación sentimental con Julián Contreras, con quien también tuvo un hijo, Julián Jr. Pese a ello, para ella fue un auténtico shock conocer la trágica muerte del torero, su primer gran amor.
Una noticia que conoció cuando se encontraba disfrutando de un viaje a Madrid y tuvo que hacer las maletas de forma repentina y viajar de manera inmediata durante toda la noche hasta Sevilla para ser ella quien le comunicara la noticia a sus dos hijos.

Cuentan aquellos que le conocieron que Paquirri siempre estuvo enamorado de Carmina Ordóñez.
Julián Contreras reveló en SEMANA como conoció Carmina Ordoñez la muerte de Paquirri.
“En el hotel le dieron el pésame y también un tranquilizante, que no sirvió para nada, porque fue consciente y deshecha en llanto los 550 kilómetros que hicimos en mi Renault 21 hasta Sevilla, donde estaban Francisco y Cayetano
. Se pasó todo el viaje
llorando repitiendo: «¿Cómo les cuento esto a mis hijos?”, recordó Julián Contreras hace unos años en unas memorias para SEMANA.
Ya la relación entre Carmina e Isabel Pantoja era fría y distante. Sin embargo, tras la muerte del torero, el enfrentamiento se hizo todavía más fuerte con motivo del reparto de la herencia de Paquirri.
De hecho, a día de hoy, Francisco y Cayetano Rivera todavía no han recibido parte de su herencia que, presuntamente, guarda Isabel Pantoja en una habitación en la finca Cantora, donde estarían las pertenencias del torero como capotes, muletas, trajes…
Unas pertenencias que durante años ha sido fuente de controversia entre sus hijos, Fran y Cayetano Rivera Ordóñez, y el resto de la familia.

Carmina Ordoñez e Isabel Pantoja en el funeral de la madre de Carmen, en 1982.
La relación entre Carmina Ordoñez e Isabel Pantoja saltó por los aire por la herencia de Paquirri.
Carmina Ordoñez murió sin que sus hijos recibieran parte de ese legado, por lo que tanto ella luchó, según cuenta Julián en sus memorias: “He visto la amargura de los niños y a Carmen luchando como una leona por ellos, que eran dos niños pequeños, para que recuperasen cosas que iban mucho más allá de lo material.
Francisco era el que más insistía. Fui espectador de sus primeros capotazos en el jardín de casa, y no dejaba de decir: “¿Por qué no tengo las cosas de mi padre, ¿por qué no tengo sus capotes? Que me lo den”“.
Sin embargo, más allá de eso, había otros asuntos más turbios en la herencia que, a día de hoy, también siguen siendo todo un misterio.
Hablamos de los supuestos “depósitos bancarios de Miami”, que nunca aparecieron. “Al parecer, se trataba de varios millones de dólares, en cada uno, que desaparecieron del patrimonio a repartir entre sus herederos“, recordó Julián Contreras en SEMANA.
“Carmen se sentía obligada a luchar por la herencia que creía que quedaba en América, reclamando en los tribunales un inventario a fondo de los bienes de Paquirri”, añadía.

Julián Contreras y Carmina Ordoñez estuvieron juntos durante más de una década. Hace unos años, él compartió sus memorias con SEMANA, donde habló sobre la polémica herencia de Paquirri.
El propio Julián aseguraba que “se refería, por ejemplo, al dinero de la temporada 1984 y pedía la comprobación de quién cobró los talones; al movimiento de las cuentas bancarias de Paquirri en los últimos años de su vida; denunciaba la desaparición de documentación de la liquidación de la sociedad de gananciales, entre 1973 y 1979, a la que ella renunció cuando se separó en favor de sus hijos…”. Sin embargo, ni rastro de esos millones.
Mucho se especuló sobre donde fueron a parar esos millones que 41 años después de su muerte siguen siendo todo un misterio.
Hace unos años, el programa extingo Viva la vida publicaba un documento que mostraba la existencia del dinero de Paquirri en América.
De acuerdo con esta documentación, fue Ramón Calderón, que actuó como representante legal de Kiko Rivera en el proceso sucesorio y como abogado de la tonadillera durante años, quien puso en conocimiento del contador partidor, Juan Moya García, que disponía de la documentación relacionada con los fondos que el torero había dejado en América.
El jurista sevillano, designado en el testamento para llevar a cabo la distribución de la herencia y ya fallecido, custodiaba entre sus papeles los intercambios mantenidos con Salvatierra y Calderón sobre el traslado de parte de ese capital a España.
Según avanzaba hace unos años La Razón, fue Isabel Pantoja quien, 17 meses después de la muerte de Paquirri, viajó hasta Venezuela para hacerse con el control del dinero que había en América.
La tonadillera viajó a Caracas acompañada de Ramón Calderón para reunirse con Salvador Salvatierra, presidente del Banco Unión, dónde Paquirri tenía varias cuentas.
En esta versión, que nada tiene que ver con la contada por Julián Contreras, todo parece indicar que Salvatierra habría ayudado a herederos de Paquirri a ocultar fortuna del torero español en Venezuela para evitar pagar impuesto.
Por ello, los Rivera Ordoñez y los Pantoja, quienes no mantenían una buena relación, se habrían puesto de acuerdo en torno al dinero de Venezuela. Sin embargo, hay mucho misterio todavía tras ese dinero y no se puede dar nada por sentado.