
ientras Cristian Suescun atraviesa uno de los momentos más delicados de su vida, su hermana Sofía disfruta de un viaje romántico junto a Kiko Jiménez en Budapest. Una estampa que deja de manifiesto, una vez más, que la hija de Maite Galdeano no está dispuesta a acercar posturas con su familia y que continúa haciendo su vida con total normalidad. A pesar, de que su hermano esté atravesando por una delicada situación sanitaria tras varios meses arrastrando complicaciones digestivas.
Un viaje de ensueño en el peor momento
Sofía Suescun y Kiko Jiménez han decidido poner tierra de por medio y regalarse unos días de desconexión en la capital húngara. Desde sus redes sociales, la pareja ha compartido imágenes en los mercados navideños, paseos por las zonas más emblemáticas de la ciudad, cenas suculentas con dulces típicos y hasta una sesión de spa en las famosas termas de Budapest.

Gracias a los stories y publicaciones que han ido subiendo en sus respectivas cuentas de Instagram, hemos podido disfrutar casi como ellos de esos spots, dignos de las mejores películas navideñas. Selfies en pareja, luces y un ambiente idílico que muestra que atraviesan una etapa de estabilidad sentimental tras unos últimos meses marcados por polémicas, infidelidades y enfrentamientos familiares.

Sin embargo, mientras ellos celebran esta escapada, Cristian Suescun está viviendo su capítulo más amargo. Y lo peor aún, sin el apoyo de su hermana y de su cuñado, con los que tantos momentos ha compartido.
Los problemas de salud de Cristian Suescun

Desde hace meses, Cristian arrastra un problema médico que lo ha llevado a urgencias en más de una ocasión. En julio, ya alertó a sus seguidores tras someterse a una gastroscopia y una biopsia por “algo raro” que encontraron los doctores. Desde entonces, ha estado haciéndose pruebas y tratando de mantener la calma. Precisamente, fueron en estos momentos en los que decidió alejarse de su hermana y su cuñado, ya que según él no había recibido el apoyo necesario durante su ingreso en el hospital.
Pero los últimos días han sido especialmente duros. Cristian ha reaparecido en redes con una imagen que ha impactado a todos: una sonda adherida a su nariz, conectada a una máquina cuyo objetivo es medir los valores de su estómago y esófago durante horas. Una prueba invasiva que, según él mismo ha contado, vive con angustia: “No sabéis lo mal que lo he pasado… Llorando, arcadas. Madre mía, la paciencia del equipo médico”.

El exconcursante de ‘Supervivientes’ ha revelado que sufre gastritis desde hace años, pero esta vez el tratamiento no ha dado resultado: “No he respondido bien y los médicos han decidido operarme”. Con su habitual naturalidad, ha aprovechado para agradecer la labor del personal del hospital y lanzar una reflexión cargada de humanidad: “Hay que dar las gracias simplemente por estar sanos. Tenéis muchísima suerte… Bueno, tenemos. Seguro que todo sale bien”.
Una familia rota: Sofía y Maite, lejos de él
Mientras Cristian se enfrenta a todo esto prácticamente solo, su relación con Sofía sigue siendo inexistente. El distanciamiento entre la influencer y el resto de la familia no es nuevo, pero en esta situación se hace más evidente que nunca. Este verano, Cristian se acercó de nuevo a su madre, Maite Galdeano, después de largos desencuentros públicos. Incluso llegó a señalar a Kiko Jiménez como uno de los responsables del conflicto familiar.

Desde entonces, la brecha se ha ampliado. Sofía continúa sin tener contacto ni con su madre ni con su hermano. Algo que se pudo comprobar gracias al mensaje de Cristian en su reciente visita al hospital: “Gracias a mi gran amigo Javi, que siempre está ahí”. Un mensaje que muchos han interpretado como una indirecta a su entorno más cercano.

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José Confuso
La intervención quirúrgica de Cristian podría convertirse en un punto de inflexión. Aunque la distancia entre los hermanos parece insalvable, algunos seguidores mantienen la esperanza de que este bache en su salud pueda propiciar un acercamiento. De momento, lo único cierto es que, mientras Cristian se prepara para entrar al quirófano, Sofía sigue mostrando únicamente la cara luminosa de su viaje: fotos con Kiko, paisajes navideños y una vida aparentemente despreocupada.